Donut Heaven en Brúcuba Pastelería Artesanal

Fotografía por Abril Macías.

Fotografía por Abril Macías.

Muerte al fondant

“Muerte al fondant” es lo primero que lees al ingresar en la página de Instagram de Brúcuba Pastelería Artesanal. Si es que eres un obstinado fan de la pastelería como yo, eso es todo lo que necesitas escuchar para saber que en Brúcuba probablemente se producen delicias excepcionales (y con mucha actitud). Y, de hecho, este fue el caso cuando encontré a María Eduarda Ponce (pastelera de Brúcuba) hace algunos años gracias a una búsqueda fortuita de pastelerías en Quito.

Entonces contacté a María Eduarda, quien poco después me recibió en su departamento con una gama espectacular de postres recién horneados. Había desde soufflés de chocolate hasta macarons, rollos de durazno, pavlova enrollada, pie de arándanos y berlinesas. Hice una degustación donde cada postre era mejor que el anterior, y fue ahí donde me tomó por sorpresa con sus donas rellenas. Incluso sin haber sido una aficionada de las donas hasta ese momento, fue muy fácil reconocer que estas no eran donas cualquiera. Eran suaves, esponjosas como una nube y repletas de los mejores rellenos por dentro; así como doraditas y cubiertas por crujientes granos de azúcar por fuera. Un balance perfecto que raramente he encontrado en otro lugar. Desde entonces no he vuelto atrás y las tengo en mente cada vez que se me antoja algo dulce. Hay rellenos de mermelada de frambuesa, crema pastelera de vainilla, chocolate y café. Incluso suele hacer rellenos de estación, como las donas rellenas de mermelada de cereza en diciembre. Cada vez que tengas un evento especial o simplemente un fin de semana de relax, te recomiendo llevar una caja llena de donas de Brúcuba, después de varias experiencias aseguro que nunca decepciona. 

Fotografía por Abril Macías.

Fotografía por Abril Macías.

La receta de María Eduarda está inspirada en unas donas que probó en una pastelería de Londres. Le gustaban tanto que el día que regresaba a Ecuador lo único que se dio tiempo de hacer fue ir a comprar tres donas de vainilla que fueron su almuerzo y cena antes de partir a Quito. Algún tiempo después se decidió por crear su propia versión. La receta pasó por muchas etapas, inicialmente se hacía con batidora y ahora las donas son hechas enteramente a mano. La ligera masa tiene tiempos de fermentación estrictos y largos, y finaliza su proceso siendo frita. Todos estos detalles hacen que Brúcuba maneje una capacidad limitada de producción. María Eduarda precisa que quiere mantener una producción pequeña para garantizar la mejor calidad y mantener la esencia del proyecto. 

Desde que María Eduarda comenzó a desarrollar su receta de donas, hasta el día de hoy, donde tiene su pequeño negocio de pastelería a domicilio o pick up, ha logrado construir una base de clientes fieles. Para mí eso no es una sorpresa porque la pastelería de Brúcuba, además de deliciosa, es casera, personal y sin pretensiones. Y lo puedes ver en todos los detalles, desde la elección de qué postres preparar, hasta sus sabores, texturas y presentación. Sus donas, y todas sus creaciones en realidad, superan el estándar porque son hechas con mucho cuidado, pasión, y técnica. Así que la próxima vez que estés con un antojo dulce, no dudes en hacer tu pedido a Brúcuba Pastelería Artesanal.

Pro tip: Haz tu pedido con 48 horas de anticipación. Las cajas de 6, 9, y 12 donas cuestan $12, $17 y $22 respectivamente. Personalmente, la mejor combinación es una dona de vainilla con una de frambuesa, una mezcla perfecta. Brúcuba también ofrece toda una gama de postres deliciosos como la pavlolva enrollada, el pie de limón, macarones, cheesecake, galletas, rollos de durazno, y más.


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Caja de 9 donas de Brúcuba Pastelería Artesanal


 

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Abril Macías